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Antes de hablar escucha. Aunque no te gusta lo que escuchas, dale a la otra persona la oportunidad de expresarse y llegar al final de su discurso. Ten claro que escuchar es prestar atención a lo que está pasando a tu alrededor. Oír es percibir los sonidos con el oído.
Si no entiendes pregunta. Haz el pacto de que la otra persona te pueda preguntar sobre cualquier tema y tu respondes con honestidad. Haz lo mismo tú cuando no entiendas.
Cuando sea tu turno ve al grano. Cuando sea tu turno, aborda el tema central sin ir por las nubes. Es poner tu grano de arena en la construcción de una buena comunicación.
Elige el mejor medio y contexto. Desde tu zona de aprendizaje puedes comunicarte mejor además estás segura, confiada, conoces el entorno y sabes cómo reaccionar.
Gesticula con total libertad. La comunicación no verbal es un gran transmisor de mensajes. Es importante el uso de gestos, miradas, posturas que pueden llegar a decir más que una palabra.